Las campanas de la Catedral Nacional de Washington, uno de los templos más importantes de los Estados Unidos, tañeron ayer a mediodía durante casi una hora para celebrar la histórica sentencia del Tribunal Supremo que declaró inconstitucional la sección 3 de la DOMA (Defense of Marriage Act), la norma que prohibía a la administración federal estadounidense reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Las campanas de la Catedral Nacional de Washington, uno de los templos más importantes de los Estados Unidos, tañeron ayer a mediodía durante casi una hora para celebrar la histórica sentencia del Tribunal Supremo que declaró inconstitucional la sección 3 de la DOMA (Defense of Marriage Act), la norma que prohibía a la administración federal estadounidense reconocer los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Es solo una de las innumerables muestras de alegría que se produjeron ayer en Estados Unidos tras conocerse una sentencia que hará la vida más fácil a millones de personas LGTB (no fue el único templo religioso en hacer tañer sus campanas, de hecho). Pero es especialmente significativa. Conocida como la “casa nacional de oración”, la Catedral Nacional de Washington -imponente templo neogótico vinculado a la iglesia episcopaliana- es un símbolo religioso de primer orden. En ella se han celebrado por ejemplo los funerales de estado de varios presidentes norteramericanos, como Dwight Eisenhower, Ronald Reagan o Gerald Ford.
La iglesia episcopaliana, rama estadounidense de la comunión anglicana, es una de las más inclusivas de entre las grandes confesiones religiosas. ya en 2003 hacía historia ordenando obispo a Gene Robinson, abiertamente gay. Y en 2009 rompía con la moratoria autoimpuesta varios años antes y decidía volver a ordenar obispos y obispas abiertamente homosexuales, así como bendecir a las parejas del mismo sexo. Más recientemente, en verano de 2012, aprobaba la ordenación de personas transexuales, así como la creación de un rito litúrgico de bendición de las parejas del mismo sexo (aunque los sacerdotes episcopalianos podían desde 2009 bendecir este tipo de uniones, no existía una liturgia definida y cada uno lo hacía a su modo).
El pasado enero, de hecho, el deán de la catedral anunciaba que el templo acogería ceremonias de matrimonio entre personas del mismo sexo. “Afirmamos de forma entusiasta que cada persona es un hijo amado de Dios, y ello significa incluir la plena participación de gays y lesbianas en la vida del hogar espiritual de la nación”, afirmaba entonces Gary Hall a través de otro emotivo comunicado. Conviene recordar que Washington D.C., la capital federal de Estados Unidos, aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo hace ya más de tres años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario