martes, 15 de abril de 2014

Boda de un clérigo gay anglicano


Sin pretenderlo, Jeremy Pemberton, ha conmocionado a gran parte de la sociedad inglesa y ha puesto patas arriba a toda una institución como la Iglesia Anglicana. Su 'pecado' ha sido encontrar el amor de su vida a los 58 años de edad.
El hecho no sería particular de no se porque Pemberton es sacerdote. Un clérigo que, tras casarse con una mujer, tener cinco hijos y divorciarse, ha rehecho su vida con otro hombre, Laurence Cunnington, con el que se acaba de casar. Un viaje sentimental que ha hecho sin colgar los hábitos.
El clérigo, que hace dos años confesó su homosexualidad, defendía en Twitter su nuevo casamiento: "Amo a este hombre y quiero casarme con él, igual que cualquier pareja". Junto a este escueto anuncio colgaba una fotografía de la ceremonia en la que Pemberton aparece impolutamente trajeado junto a su pareja, ambos con corbata y solapa amarilla.
Lejos de arredrarse antes las críticas recibidas, Pemberton dio las gracias "a todos los que nos han deseado lo mejor" y contestaba así a los más reacios a su decisión: "A quienes se niegan a darnos su bendición les digo: '¿podemos hablarlo otro día?' De momento he firmado, y mi marido reclama mi tiempo", recoge El Mundo.
Este revuelo por la boda de Pemberton llega tan sólo dos semanas después de que Reino Unido legalizará los matrimonios gays. A la polémica se han sumado las palabras del arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que la semana pasada avisó en contra de esta clase de uniones: "Si la Iglesia Anglicana aceptara el matrimonio gay, sería "catastrófico" para los cristianos en África, donde su religión se asociaría con la homosexualidad".
En la Guía Pastoral sobre los Matrimonios del Mismo Sexo, Welby ya se hacía eco de que "no sería apropiado que un miembro de la orden sagrada pueda oficiar un matrimonio entre personas del mismo sexo, dada la necesidad de los clérigos de predicar en la Iglesia con el ejemplo".
Sin embargo, y pese a estas críticas, Welby ha pedido comprensión a los fieles con respecto a los matrimonios homosexuales y a aquellos que le presionan para que expulse a Pemberton de la Iglesia Anglicana y no siente así un precedente para otros clérigos gays que quieran casarse.
Aunque hasta la fecha los anglicanos consentían las uniones civiles de sus clérigos homosexuales con la condición de hacer voto de celibato, el caso de Pemberton deja el debate abierto. El clérigo, por su parte, ajeno a la controversia generada, ha decidido disfrutar de su luna de miel junto a su marido durante esta Semana Santa. (RD/Agencias)