miércoles, 19 de febrero de 2014

Familias homoparentales, ¿cómo son?

¿Tienen mayores o menores capacidades para el cuidado y aptitudes para el desarrollo de los pequeños? ¿Qué diferencias y similitudes hay entre las parejas (o personas solas) heterosexuales?
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Antes de hacer un análisis de cómo son las familias homoparentales, es necesario centrarse en lo más importante: los niños y niñas que viven en ellas.
Es por ello crucial que evaluemos cuáles son las necesidades de los niños y las niñas para su correcto desarrollo (que se les presupone por defecto a las familias heterosexuales), ya que de esta forma podremos evaluar si estas necesidades o atributos se encuentran también en las familias homoparentales.
Las niñas y los niños necesitan vivir una infancia sana y feliz. La niñez es una de las etapas más importantes en la vida de las personas. Durante esta etapa se producirán muchos aprendizajes y adquisiciones que se serán las bases de su desarrollo futuro. El lugar donde los niños y niñas adquieren las bases, los conocimientos y herramientas de su desarrollo, es el microcontexto familiar, donde los vínculos con sus referentes les proporcionarán los nutrientes para su desarrollo personal, social, afectivo, cognitivo, motor, y emocional.
Una pregunta que se hacen los padres y las madres, independientemente del tipo de familia que analicemos es: ¿Qué necesita mi hijo para crecer sano y feliz?
Pues aunque parezca una contradicción, no necesitan grandes cosas para crecer sanos y felices, por hacer una simplificación de sus necesidades sólo necesitan dos cosas, comida y amor, o mejor dicho, comida con amor, porque el niño necesita percibir que es querido, porque sino su sistema de protección le pondrá en alerta, ya que “si no me quieren puede que mañana no me den de comer” (esto no lo piensa el niño así, claro está, pero no pensarlo no significa que no tengamos instintos que nos protejan o pongan en alerta ante este tipo de situaciones), porque nuestro organismo responde de forma instintiva a situaciones donde se intuye un peligro por falta de alguna de nuestras necesidades básicas.
Está claro que los niños y niñas necesitan de más cosas para su correcto desarrollo, como tener un lugar y un ambiente adecuado donde desarrollarse, que les permita disponer de un espacio donde poder aprender y llegar a ser ellos mismos.
Es deber de los padres y madres ofrecerles un contexto donde su desarrollo sea óptimo y crezcan en un entorno feliz y lleno de posibilidades. Por lo tanto es necesario encontrar en las casas de todas las familias, ya sean homoparentes o no, de estos elementos, que como comentamos son imprescindibles para que estos niños y niñas crezcan sanos, felices y socialmente integrados.
•Los niños y niñas necesitan saber que son queridos, tal y como acabamos de comentar.
•Deben sentirse protegidos, la seguridad es necesaria para que sus instintos de defensa no estén constantemente activados, esto les permitirá desarrollar una correcta autoestima.
•Adaptarnos a los tiempos de los niños, no todos son y se desarrollan igual, por lo que hay que respetar los tiempos y las características individuales.
•Necesitan límites, es decir tener autoridad desde el cariño es imprescindible, deben tener unas pautas para saber cuando hacen lo correcto, por lo que necesitan control.
•Un entorno positivo, alegre, ya que esto les permitirá enfrentarse a la vida de forma constructiva y no pesimista.
•Necesitan sentirse escuchados, que les miren a los ojos cuando se les habla, aunque sean tan pequeños que no entiendan lo que se les dice, porque hay un vínculo emocional donde ese lenguaje sí se entiende.
•Armonía, tanto en la toma de decisiones como en las normas, es decir hay que ser constantes y no cambiar de opinión o de emoción cada dos por tres, los pequeños necesitan coherencia en las normas y constancia en las mismas.
•Fomentar la creatividad y la imaginación, para ellos los juegos son fundamentales en su vida.
•Y por último y no por ellos menos importante, se les debe proporcionar a los niños y niñas una serie de valores, personales, sociales, culturales, que les permitan guiar su conducta y su forma de vincularse y relacionarse con el mundo y con sus iguales.
Estas necesidades las tienen que aportar, fomentar o expresar los padres y madres hacia sus hijos, pero parece que queda claro que ninguna de ellas tenga como requisito o necesidad que los progenitores deban tener un género específico, o que sean competencia exclusiva de las familias heterosexuales, por lo que hasta ahora todo hace indicar que una pareja del mismo sexo podría realizar la labor de educar de la misma forma que una donde sus componentes tengan sexo diferente.
¿Cómo son las familias homoparentales?
Se han realizado hasta la fecha diferentes tipos de estudios que analizan cómo son las familias homoparentales, tanto en España como fuera de nuestras fronteras, y como cualquier otro tipo de grupo, individuo o sistema social, estas familias han ido evolucionando con el tiempo y cambiando a medida que cambiaban las normas sociales o las leyes que regulan dichas sociedades.
familia_homoparental_2Pero se desprende de dichos estudios realizados en distintos países que hay un desarrollo sano y armónico de los niños y niñas que crecen en familias donde los padres y madres son gais y lesbianas. Por lo tanto, no parecen existir diferencias sustanciales en el desarrollo psicológico o la aceptación social de quienes viven con progenitores homosexuales y heterosexuales.
Los resultados muestran que las familias homoparentales, por lo general, se sienten integradas, viven pocas experiencias de discriminación y satisfacen adecuadamente las necesidades de sus hijos e hijas.
España es uno de los países donde los cambios sociales se han visto también reflejados en las familias homoparentales, ya que ha sido unos de los primeros estados de todo el mundo donde se aprobó el matrimonio igualitario y, por lo tanto, se permitió a estos padres y madres legalizar su situación y favorecer que se desarrollaran en estos hogares niños y niñas nacidos dentro de su seno.
Pero no todo es positivo e igualdad dentro de las familias donde los padres son o dos mamás o dos papás, veremos que al mismo tiempo que se dan similitudes, también estas familias se encuentran con situaciones que invitan a continuar trabajando contra la discriminación que sufre el colectivo de gais y lesbianas y sus familias.
Como punto a favor de este modelo de familia, y que les permite enfrentarse a las adversidades con mayor tranquilidad y responsabilidad, es que en los casos donde esta maternidad o paternidad se ha materializado, es porque ha habido un gran periodo tiempo de reflexión, es decir ha habido que preparar con mayor tiempo y racionalmente el momento de la maternidad o paternidad. Este periodo de reflexión, permite adelantar situaciones negativas y poder anticipar tanto la respuesta emocional deseable para ese momento, como de las herramientas o soluciones para los potenciales problemas. Con esto no pretendo decir que el resto de familias no reflexiones sobre su paternidad, pero las familias homoparentales nunca podrán serlo por un descuido, por ejemplo.
De dichos estudios se desprende también que en estos momentos en España, en las familias homoparentales hay una mayor proporción de parejas de mujeres que de hombres, este dato no es exclusivo sólo de nuestro país ya que la proporción refleja el mismo tipo de distribución habitual para las familias homoparentales, y está presente en todos los estudios realizados alrededor del mundo.
Los motivos de esta diferencia, donde el número de parejas de mujeres es mayor que el de hombres creando familias con hijos, se deben tanto al acceso a técnicas de reproducción asistida (en España la inseminación artificial y la fecundación in vitro están permitidas para parejas de mujeres, mientras que la gestación subrogada sólo es accesible a las parejas de hombres si se realiza en otro país y cuenta con numerosas trabas) como a factores culturales (aquellas mujeres lesbianas que se divorcian de un matrimonio heterosexual suelen conservar la custodia de sus hijos) y de género.
¿Los niños de familias homoparentales se relacionan de forma diferente con otros niños y niñas?
Lo que se desprende de la realidad que viven estos niños y niñas es que no se percibe que su modelo de familia esté influyendo en la relación de sus hijos con otros niños, ni de forma negativa ni de forma positiva. Esto demuestra que mientras que los niños y niñas viven en un ambiente donde son felices no ven las diferencias con sus iguales. Pero sus iguales tampoco las ven, porque el niño se vincula con los otros desde la emoción y no desde la razón. Si el otro te gusta es suficiente, da igual como sean sus papás o mamás, el color de tu piel o el país donde hayas nacido tú o tu familia.
¿Por qué cambian las cosas a medida que el tiempo pasa? Pues podemos pensar que pueden estar interfiriendo dos cosas, la primera es que los niños y niñas más mayores, han nacido en épocas en las que la aceptación de la diversidad sexual era menor, y por lo tanto han sufrido mayor discriminación. Y a su vez durante la adolescencia tener un modelo familiar minoritario y diferente, es percibido por algunas de estas familias y por los otros niños y niñas como una posible fuente de dificultades para sus hijos e hijas.Pero no todo es tan fácil y sencillo, cuando los niños son niños, se vinculan desde la emoción y los sentimientos, por lo que las diferencias no parecen tan importantes, pero a medida que la edad de los niños y las niñas aumenta, se observan grandes diferencias en cómo se viven estos el tener dos madres o dos padres. Porque las familias con hijos adolescentes señalan que sus hijos han tenido en algún momento algún tipo de dificultad. La preocupación es radicalmente menor en la edad escolar y es prácticamente inexistente en la etapa preescolar.

El contacto con otros niños que viven en familias similares ayuda a los niños a sentirse incluidos y mejora su integración social. Por suerte, un alto porcentaje de niños y niñas tiene algún tipo de contacto con otros hijos de familias homoparentales, por lo que es importante incentivar este tipo de encuentros para fomentar la igualdad de estos adolescentes con sus pares y disminuir la posible exclusión por ser o sentirse diferentes.
Pero a su vez, crecer y desarrollarse conlleva conflictos, porque tienes que romper son tu microcontexto en el que has crecido para poder abrirte a nuevas experiencias y contextos que te permitirán desarrollarte como persona adulta. Y no todo es negativo, también nos encontramos con aspectos positivos por el hecho de haber crecido en una familia homoparental.
Con el transcurso del tiempo, lo que sí se está observando dentro de este grupo de niños y niñas, es que a medida que crecen han interiorizado una mayor educación para la tolerancia, ya que sus madres y padres han hecho hincapié en fomentar este valor educativo, como uno de los más importantes, que es “el respeto a los demás y ser tolerantes”.
También se ha podido ver que los padres y madres han podido transmitir un aprendizaje de roles de género igualitarios, ya que en el contexto en el que viven y se desarrollan estos niños y niñas, los roles de género son más iguales ya que las relaciones de pareja son más igualitarias, y donde se ve un reparto más equitativo tanto de la toma de decisiones, de las tareas domésticas como de la crianza de los menores.
A su vez se ha visto con el paso de los años y que ha sido estudiado en estas familias es que ha recibido una educación para vivir la sexualidad libremente. Esto, por suerte, ya no es algo exclusivo de las parejas homoparentales y también se está observando en el resto de parejas, los nuevos padres y madres cada vez más educan a sus hijos para vivir la sexualidad de modo libre.
¿Qué situaciones negativas sufren actualmente las familias homoparentales y los niños y niñas que en ellas viven?
Por desgracia sigue habiendo situaciones o momentos donde la sociedad, las empresas, las personas o incluso las administraciones, hacen de menos a este modelo de familia, pero lo peor de todo es que hacen de menos a los niños y niñas que viven en ellos.
Los testimonios de discriminación existen incluso dentro de las propias familias de las parejas homoparentales, lo que provoca mayor dolor y sufrimiento cuando esto se da. Pese a que estas familias perciben que su integración en la escuela es positiva, también expresan que algunos centros no reciben positivamente su modelo de familia.
Por ejemplo, los materiales y contenidos escolares no están adaptados a las nuevas realidades de familias, no solo de las familias donde viven dos mamás o papás con sus hijos e hijas, sino tampoco lo están para esas familias donde vive sólo unos de los padres, o los niños viven con otro familiar, o donde los padres están separados.
Pero la administración pública tampoco se lo pone fácil a estas familias de vez en cuando, ya que en ocasiones se han tenido que enfrentar a la traba administrativa o burocrática, incluso en las escuelas, en la mayoría de los casos se trata de formularios mal adaptados.
Uno de los argumentos que siempre está en boca de aquellos que están en contra del modelo de familia homoparental, es que no existe el referente de otro sexo dentro de estas familias. Pero a no ser que los niños vivan en burbujas de género, cualquier niño o niña a lo largo de su día tiene referentes adultos masculinos y femeninos. Dentro de la propia familia (abuelos, abuelas, tíos, tías…) profesores y profesoras, amigos y amigas de los padres y madres, lo que suple el referente del otro sexo. Como argumento en contra está que no hay un referente de “padre o madre”, desde un punto de vista psicológico la importancia no está en el género, sino que haya un referente del “otro”, es decir poder contar con otra persona referencial básica, porque teniendo dos (o más) podremos aprender y desarrollar las diferencias primero que existen entre nosotros y los demás y luego entre unos y otros.
Los que están en contra del modelo familiar homoparental argumentan principalmente dos situaciones negativas para el niño o la niña. Por un lado que los padres o madres sirvan de modelo para los hijos e hijas en su conducta sexual, convirtiendo a estos en gais o lesbianas y por otro lado la discriminación que van a sufrir los niños y las niñas por vivir en este tipo de familia.
Está claro que el aprendizaje por modelado es una gran herramienta de enseñanza, pero no sirve para todos los casos, si fuera así de sencillo, todo lo aprenderíamos según este método, pero no es necesario explicar que no todo se puede aprender viendo a alguien hacer algo, porque hay otras variables que también influyen en la adquisición de conductas, pero no olvidemos tampoco que ser gay o lesbiana no es sólo un comportamiento, una conducta controlada desde la razón, el deseo, la excitación, forman parte de nuestra esencia como personas, y esto no se aprende por modelado.
Quizá los que declaran que se puede dar un aprendizaje por modelado y que lo hijos e hijas de las familias homoparentales se conviertan en gais y lesbianas, tengan el temor de que lo que adquiera el niño o la niña sea un aprendizaje de lo que es “normal”, y que cada día haya más niños y niñas que vean “normal” encontrarse con dos papás o dos mamás yendo por la calle con su hijos e hijas.
Respecto a la discriminación, pasará tiempo antes de que la dejen de sufrir los padres y madres de familias homoparentales, y lo más importante de esto, que dicha discriminación dejen de sufrirla sus hijos e hijas.
Ser padre o madre no sólo una cuestión de deseos, es algo que va ligado a la esencia del ser humano, estamos programados para perpetuarnos, es algo que va más allá de lo racional, por lo que no es algo egoísta querer ser padre o madre, es algo natural.
Si hay discriminación debemos cambiar la sociedad, procurando entornos seguros, felices y responsables para nuestros hijos e hijas. Pero esto no es sólo responsabilidad de las familias homoparentales, la protección del menor es competencia de todos, por lo que antes de poner en el otro la responsabilidad, hagamos un ejercicio individual de ver si estamos contribuyendo a crear una sociedad abierta, respetuosa, donde se acepte la diversidad y donde no fomentemos nosotros la discriminación, si estamos seguros de que hacemos esto, nuestros hijos e hijas recibirán esos valores, lo que hará que los niños y niñas nacidos y criados en familias homoparentales no se vean discriminadas.
Como conclusión final, después de años de experiencias con familias donde hay dos madres o dos padres, se puede afirmar que, si los niños y niñas que viven en dichas familias reciben, amor, protección, salud, límites y autoridad desde el cariño, es decir un entorno donde se sientan amados y protegidos, estos niños crecerán y se desarrollan de forma sana y saludable. Sin diferencias con otros modelos o tipos de familias. De encontrarse alguna diferencia, busquemos la razón en la sociedad que quizá haya podido señalarles con el dedo, pero no a esos padres o a esas madres que seguro sólo han pretendido y buscado los mejor para ellos. Pero como todo y como siempre, habrá también malos ejemplos de familias homoparentales, porque si no, no serían reales.
Fuente: http://www.cascaraamarga.es/tendencias/51-tendencias-gay/7686-familias-homoparentales-como-son.html

viernes, 14 de febrero de 2014

Era sacerdote, dejó los hábitos y se casa con un hombre


Hace 14 años, Andrés Gioeni (41) dejó los hábitos. Abandonó una carrera prometedora, en la que el arzobispado de Mendoza le confió la educación de catequistas y lo convirtió en el director más joven del Instituto de Catequesis de la provincia. Los cargos que le esperaban no importaron. Había llegado el momento de asumir su sexualidad. No fue la primera vez que eligió soltar para avanzar. A los 18 años había dejado a su novia de la adolescencia, la carrera de medicina y la práctica de rugby en el Marista Rugby Club para ingresar al seminario.

Hoy, los años lo encuentran a un mes de casarse con Luis (42), productor de televisión.

-“Buenas noches, ¿qué van a tomar?”-, preguntó Andrés. Era su primera semana como mozo en un boliche gay friendly de Capital. Aún no descifraba como maniobrar la bandeja y era incapaz de memorizar pedidos kilométricos. 

-“Por favor, traeme un Evatest”-, respondió Luis, un morocho de mediana estatura, rasgos delicados y ojos chicos. Andrés dudó. “Soy nuevo. No me hagas bromas”, suplicó. No mentía. El trabajo era un desafío más, en su estrenada vida. -”Si recién empezás, te recomiendo leer la carta del bar. Hay un trago que se llama Evatest”-, sugirió Luis, en una mezcla de irritación y compasión. Ese fue el primer encuentro.

Después de doce años de noviazgo y una convivencia que ya transita una década, el 7 de marzo Andrés y Luis formalizarán su relación en el registro civil de Martínez, en San Isidro. 

Corría 2002. De la Rúa ya había abandonado su gobierno en helicóptero,  el riesgo país marcaba el ritmo de la vida política y económica y en la radio una canción entonada por Mariano Martínez, en su personaje El Rey Sol Marquesi, se volvía hit. En ese contexto,Andrés interrumpió su vida como cura y partió de Mendoza a Buenos Aires. Ya no la retomaría. 

En Capital su primer domicilio fue la Catedral Metropolitana. Las figuras religiosas, que había a su alrededor, lo torturaban. “Todas las mañanas, al salir de la habitación, una señora me consultaba si daría misa. Su pregunta me conflictuaba. Pobre, ella solo quería prepararme la túnica y los elementos litúrgicos”, reconstruyó Andrés a Clarín.

Sin casa, profesión y plan de acción, abandonó la Catedral. Al poco tiempo, consiguió entrar a  a la editorial Claretiana. En forma simultánea, decidió explotar su vocación artística, aquella que venía nutriendo desde su Mendoza natal. Empezó a asistir a clases de teatro, se armó un book fotográfico, desfiló para marcas de ropa y hasta llegó a ser tapa de la revista gay Imperio. La noticia no tardó en llegar a su hogar, el lugar en el que aún lo identificaban como “el padre Andrés”.

Las imágenes inquietaron, provocaron un aluvión de reclamos y consultas familiares, de amigos y ex colegas y, más determinante, desencadenaron que fuese suspendido. Desde entonces, no puede celebrar misa ni confesar

Los años ablandaron el peso de los prejuicios y las relaciones que entabló Andrés pasaron de transgresión a una circunstancia para celebrar: el 7 de marzo, cuarenta personas llegarán desde Mendoza para asistir a la ceremonia

martes, 11 de febrero de 2014

MACHISMO

Que es el machismo?
El machismo es una vertiente del sexismo o prejuicio sexual, que se expresa por lo regular, de manera inconsciente en la mayoría de las sociedades humanas. Este sistema de creencias o ideología clasifica por grados de superioridad e inferioridad a los seres humanos según el grado en que actúan; esta clasificación se hace de acuerdo a las expectativas supuestamente "esenciales", "naturales" o "biológicas" de lo que representa ser un "verdadero hombre" o una "verdadera mujer".
Las personas son vistas y juzgadas en base a las características del grupo sexual al que pertenecen (hombres = masculinos o mujeres = femeninas), sin tener en cuenta las diferencias que puedan darse entre ellos y dentro de ellos.
También se le llama androcentrismo (el varón como centro), y se manifiesta con una actitud de desprecio y discriminación hacia la mujer. Ideológicamente sostiene que el varón es superior y la mujer debe estar sometida al mundo masculino. No hay base sostenible para dicha idea; por lo tanto, se trata de una construcción cultural.
En los grupos sociales que han luchado por la discriminación contra la mujer, el machismo se expresa en actitudes más sutiles, como pagar mejores salarios a los varones por desempeñar funciones similares o iguales a las de las mujeres, o conceder a los hombres los mejores accesos a puestos de responsabilidad gerencial, política o religiosa. También se observa en mensajes publicitarios que de un modo u otro denigran a la mujer o la relegan a funciones como el hogar y la familia.
¿Cómo surge el machismo?
Desde una edad temprana, los varones son llevados a estar conscientes de su conducta que puede hacer que otros sospechen que ellos no son "hombres verdaderos". Esta conciencia puede hacerse casi de una forma paranoica hacia los adolescentes varones que no cumplen las normas. Esa conciencia es producto de un proceso orientado hacia la construcción de un varón dominante. Los padres temen fuertemente que sus hijos varones eventualmente pudieran exhibir características consideradas femeninas e indeseables para su propia imagen social. Por ello, la madre tiende a conducirse como la guardiana de la sexualidad del hijo, probablemente para evitar cualquier posible cuestionamiento de la misma masculinidad del padre. De esta forma, los varones dominicanos son criados en un ambiente fuertemente restrictivo y prohibitivo, que seguramente deteriora su espontaneidad, autenticidad y alegría, produciendo mucha hipocresía y neurosis.
Las conductas machistas no son producto de un solo factor, sino de una combinación de situaciones que, mantenidas en el tiempo, promueven esta situación como:
- Educación sexista: por mucho tiempo se "educó" sólo a varones, por considerar que las mujeres no eran aptas para aprender. Sin embargo, aunque hoy no se practica dicho modelo en la mayoría de los países, aún se privilegian modelos de enseñanza donde el centro es el varón.
- Enseñanzas religiosas sexistas: la religión es uno de los aspectos formativos y culturales más importantes a la hora de fomentar el machismo. Muchas religiones promueven interpretaciones de la realidad donde la mujer es vista como "la mala" o "la pecadora" que tienta al hombre y contamina el universo, y otras expresiones que sólo sirven para denigrarla.
- Leyes discriminatorias: votar, tener propiedades, decidir sobre sus propios cuerpos o su educación ha sido una lucha ardua, porque en muchos sentidos las leyes han favorecido un entorno de discriminación que beneficia a los varones. Por ejemplo, aún hay países donde la violación de la mujer no es penada por ley.
- División del trabajo: históricamente se ha considerado que el trabajo de la casa y los hijos pertenecen a la mujer y, por ende, el manejo del dinero y el trabajo fuera del hogar son tareas del varón. En la práctica, este modelo permite la discriminación y mantiene el machismo.
- Medios de comunicación: los medios de comunicación de masas (cine, televisión, música y radio) contribuyen en gran medida a mantener algunos de los estereotipos del machismo.
¿El machismo afecta a los mismos hombres? ¿Cómo?
Si. Hoy en día se reconoce que el machismo puede afectar tanto a hombres como a mujeres, y que de una manera u otra, todos somos más o menos machistas en una sociedad que toma al hombre como medida para todas las cosas, como prototipo del ser humano. Tanto las relaciones sociales de los hombres con otros hombres, y de las mujeres con otras mujeres, pueden estar marcadas por el machismo.
En la medida que un hombre humilla, abusa, maltrata o explota a otro por parecer a sus ojos más masculino, está siendo guiado por el machismo. El machismo ha sido un elemento de control social y explotación sexista en muchas culturas porque castiga, por ejemplo, cualquier comportamiento que se considere femenino en los varones, lo que es la base de la homofobia, que entendemos como temor a adquirir las propiedades de la mujer. Este temor a convertirse en mujer, de "degenerarse", ayuda a construir la heterosexualidad obligada del varón.
La relación social entre hombres parece tener una clasificación de acuerdo a sus características y conductas. 

Establece quién es más hombre que quién, y quién ejercerá el rol dominante y el dominado. 
En nuestro país, podemos pensar en cuatro categorías de poder para jerarquizar las relaciones sociales entre los hombres.
1. Los hombres dominantes: son presumiblemente heterosexuales exclusivos y constituyen la medida con la cual todos los hombres se compararán.
2. Los hombres heterosexuales subordinados: parecen constituir la mayoría de los varones. Son llamados hombres incompletos, hombres en apariencia, hombres dudosos, supervivientes y fracasados.
3. Los hombres subordinados bisexuales: son los que tienen una aparente atracción hacia parejas de uno y otro sexo, y un presunto interés en "someter" o "ser sometido" por otro hombre.
4. Los hombres marginales homosexuales: sufren del estigma contra la homosexualidad masculina que resulta parcialmente en la percepción de este rol como femenino, débil, y carente de poder.

El machismo también perjudica a los varones, que deben enfrentar:
- Violencia de género. Existe cuando las mujeres les exigen o los violentan para que no se comporten como "mujercitas" o "afeminados", cuando se interesan en aspectos que no son tolerados por los "machos de la manada". Esto favorece, entre otras prácticas, la homofobia.
- Poca inteligencia emocional. Se les enseña a los varones a no expresar de una manera abierta y asertiva sus emociones, sino a callarlas, anularlas o negarlas, por considerar que ciertas manifestaciones emocionales son propias de mujeres: llorar, tener miedo, sentirse inseguro, interesarse en el arte.
- Educación sexista. Se los educa para comportarse como machos y para tratar a las mujeres como seres inferiores, provocando con eso serias distorsiones en su desarrollo e identidad personal.
- Fracasos matrimoniales. Muchos varones machistas se topan con que su conducta los lleva a fracasar en ambientes en los que no están preparados para manejarse bien, como el matrimonio, considerado dominio de la mujer (la palabra "matrimonio" viene de la expresión latina matri-madre, y monio-dominio).

El machismo y la relación de pareja
En general, las actitudes machistas tratan de justificar la mayor comodidad, superioridad y bienestar de los hombres. Durante largo tiempo se pensó que el machismo sólo tenía que ver con el trato diferente, discriminatorio, prepotente y sobreprotector a la vez, de los hombres hacia las mujeres. Ellos se definían como el "sexo fuerte" y a ellas las consideraban como el "sexo débil". Ellos estaban llamados a ser proveedores económicos, o a mantener a las mujeres y a "los hijos de ellas", mientras ellas debían ser sumisas, obedientes, y dedicarse a tener y cuidar a los hijos, y satisfacer al marido en todo; esa era la razón de ser de uno y otro sexo. No obstante, en el fondo los hombres tenían que reconocer que dependían totalmente de ellas como madres, esposas, y amantes. Entonces, más que rechazar a la mujer, en las sociedades machistas, el hombre repudia "lo femenino" en sí mismo, y tal vez, la mujer repudia "lo masculino" en sí misma.

Se entiende hoy que el machismo atenta contra el desarrollo humano de hombres y mujeres, reduciendo su espontaneidad y autenticidad. Este impide la relación solidaria entre los hombres, de los hombres con las mujeres, y de las mujeres entre sí. Las mujeres sometidas al trato machista tienden a creer desde pequeñas que son inferiores. Tienen menos oportunidades de acceso a la educación pública o superior. Más mujeres son maltratadas en contextos machistas que en otros ambientes más favorables a la integración de los sexos. Muchas religiones pueden validar la discriminación y la poca importancia de la mujer. La mujer puede ser tratada como objeto sexual para la exclusiva satisfacción del hombre, atropellando así su dignidad y sus derechos.
Se llama "misoginia" al desprecio, la aversión o el odio a las mujeres por ser mujeres, y a todo lo considerado como femenino. Consiste en pensar que el hombre debe liberarse de cualquier tipo de dependencia del género femenino. No sólo es practicada por hombres, sino también por mujeres contra otras mujeres y contra ellas mismas.
Conclusión
El machismo en las sociedades en las que el hombre es el centro del universo, y se toma como medida de todas las cosas, es un fenómeno complejo que cambia constantemente de forma, para no cambiar en su esencia discriminatoria. Como los demás mitos, unen el pasado con el presente y el futuro. Son "transhistóricos".
La generación de jóvenes actual, entre 15 y 29 años, se reirá y le costará trabajo creer los niveles de machismo que existían hace unos 50 años en la sociedad dominicana. Por ejemplo, cualquier joven consideraría hoy el colmo del machismo creer que un varón no debería saludar a otro varón más de una vez al día, por temor a ser tachado de homosexual. Sin embargo, cuando los nietos de esa generación lleguen a tener la misma edad, igualmente se reirán y les costará trabajo creer los niveles de machismo que existían en los tiempos de sus abuelos. Por ejemplo, que colocar a un bebé varón en una bañera plástica rosada, supuesto "color de lo femenino, podría marcarlo de por vida.
Una de las maneras en que el machismo se mantiene en el tiempo, paradójicamente, es acusando al otro de machista y librándose uno de culpa. Sólo haciendo un profundo análisis y una autocrítica de cómo cada uno de nosotros se relaciona con otros hombres y con las mujeres, podremos empezar a tomar conciencia y a liberarnos de nuestros niveles de machismo. Esta sincerización debe implicar un proceso de cambio de las formas de educación, desde el hogar hasta la universidad, con los consecuentes cambios en las políticas sociales. Esta es una responsabilidad que debe ser compartida tanto por los hombres como por las mujeres.
Lamentablemente, los seres humanos nos organizamos jerárquicamente sobre la base de comparaciones sociales basadas en mitos de superioridad e inferioridad que sólo existen en nuestras mentes.
 El temor al descenso en la jerarquía social y a la exclusión, suele significar ansiedad, vergüenza, furia, envidia y depresión, emociones que obstaculizan el bienestar y la felicidad de las personas. Sólo lentamente, a medida que hombres y mujeres dejemos de compararnos unos a otros, podremos superar el machismo.

Fuente: Lista Racial

miércoles, 5 de febrero de 2014

INFANCIA GAY: ¿Una realidad o simple ficción?


En muchas ocasiones los padres o representantes no saben cómo actuar cuando en la escuela el educador o maestra le dice que su hijo o representado muestra conductas homosexuales, por ejemplo, que su niño tiende a jugar más con las niñas y que a veces se comporta como una de ellas; o que la niña o representada es algo brusca y masculina y prefiere jugar con sus compañeritos varones a la pelota. Si bien, quizás esto no es nuevo para esos padres, viene a reforzar o a corroborar las sospechas que ya tenían en casa, pues de seguro ellos ya habían notado comportamientos o conductas no aceptadas por la heteronormativa en la que ellos fueron criados y educados, y que esperan transferir o traspasar a su prole o progenie y así seguir con el monopolio social-sexual del binarismo mujer y hombre como la regla única.
Desde ese momento se empieza una lucha por parte de los  padres hacia esos hijos o hijas que ven “desviado su camino” e imponen tareas o actividades que ayuden al niño “maricón” a ser un verdadero varón  y a la niña “marimacho” a ser toda una mujercita. El niño será sometido de seguro a jugar obligatoriamente al futbol, a tomar clase de karate o kung fu, y a la niña se le escribirá en clase de ballet, danza árabe, cocina para niñas y se le vestirá aún más como a una Shirley Temple tratando ce borrar cualquier rasgo o apariencia de varón. Otros padres más severos de seguro tomaran acciones más violentas contra el infante llegando en muchos casos o en la mayoría de las veces a destruir la autoestima y el espíritu del niño o la niña.
 
¿Pero existe realmente el niño gay? ¿Podemos hablar de homosexualidad infantil? ¿Será que estos niños y niñas que presentan conductas homosexuales y lésbicas desde tan temprana edad serán los futuros gays y lesbianas de la sociedad? Distintamente y a mi parecer creo que no. Si bien gran parte de estos niños o infantes ya desde pequeños o a una muy temprana edad tienen un comportamiento que indican su decisión sexual, los roles o papeles durante toda la infancia cambian continuamente y es difícil promulgar que todos esos niños terminaran siendo gays y que las niñas serán lesbianas. Lo que sí puedo asegurar es que los niños son más inteligentes de lo que piensan los adultos y en su proceso de socialización e interacción con sus iguales estos niños van aprendiendo las diferencias y eligiendo a su vez sus preferencias; si bien estos niños están condicionados por la presión de la heteronormativa y la educastración que les dice “Los niños no lloran” y “Las damitas no corren”, muy en el fondo ellos ya saben o han elegido su papel sexual, no quiero decir que ya estas criaturas piensan en el sexo como una forma de placer erótico, sino como una forma de “ser y estar”.
Es normal que estos niños o niñas empiecen a tener dudas, es algo normal en el crecimiento, pero estas dudas no son como las vemos los adultos, los niños son más prácticos y no se ahogan en un vaso de agua como ocurre con los problemas existenciales de los mayores, los niños focalizan sus problemas de otra manera y su solución quizás sea resuelta de manera pragmática, sin embargo también dependerá de la presión que ellos sientan por parte de su entorno y allí está el juego o papel que deben tomar los padres y maestros.
Los padres sufren o mejor dicho experimentan el mismo proceso, y si bien los niños necesitan apoyo, son los padres los que necesitan primeramente encontrar ayuda  y comprensión cuando no saben asimilar dicha situación, pues sabemos que por muy modernos que sean los padres nunca dicen “Yo quiero tener un hijo gay” o “Yo quiero que nazca lesbiana”, ya que principalmente nacemos biológicamente con sexos que nos diferencian los unos de los otros, por otra parte porque el binarismo sexual es parte de nuestra cultura y para finalizar sería injusto crear “una personalidad” a un neonato que por sí solo debe aprender, saber y querer elegir lo que él quiere ser. Así como es criticable (por lo menos yo lo pienso de esa manera) que desde que nacen los niños se les etiquete con que si va a ser futbolista y médico si es niño, o maestra y bailarina si es hembra, también es criticable si se piensa o se pensara que porque el deseo de los padres de que su hijo fuera gay o lesbiana se le empezara a etiquetar y a estimular ciertas formar de ser. Me explico, como yo quiero que mi hijo sea gay desde pequeño lo vestiré de rosa, le comprare muñecas y lo estimulare a carreras (que la heteronormativa ve prejuiciosamente) como diseño de interiores, peluquería y estética… “Verdad que suena chocante y horrible”, desde la otra perspectiva es igual aunque no parezca, porque la ilusión que nos hace ver y creer la heteronormativa y las sociedades falocentristas está muy arraigada a nosotros, pero lo que si les aseguro  es que el niño o niña debe ser libre y tener en sus manos su elección.
Si bien las variadas investigaciones científicas sobre el origen de la homosexualidad, hasta hoy día aseguran que no existen elementos suficientes para hablar de niños o niñas homosexuales, ni para determinar que lo podrían ser de adultos, las encuestas en la materia demuestran que un amplio porcentaje de mujeres y hombres recuerdan que entre los 5 y 6 años de edad, ya podían diferenciar qué género les atraía, no obstante, en esa época no lo entendían así. Es decir, un niño o niña no sabe si es gay, no lo procesa, solo le gusta o no le gusta lo que ve y siente, la conciencia de la sexualidad es lenta pero definitiva, luego con la educastración es que vienen las grandes dudas, los miedos, las ganas de experimentar y por supuesto la elección, que por lo general se consolida en la temprana pubertad.
Los niños aunque los adultos no lo quieran ver, tienen prácticas sexuales, no como las imaginamos o los hacemos los mayores, y más cuando está de por medio la genitalidad; pero la inmensa parte de la gente recuerda haber tenido juegos sexuales de niños, y eso es algo común, pues de chicos somos seres curiosos y queremos descubrir quiénes somos y el mundo que nos rodea, experimentamos en nuestra infancia en el corral con nuestros primos y primas, en el jardín de infancia con nuestros compañeritos y compañeritas, y todo eso pasa por lo general desapercibido para los adultos, no obstante es normal y en realidad son de gran importancia para el desarrollo cognoscitivo de los niños.
Por otra parte, existe el dogma generalizado que los niños homosexuales son amanerados, sin embargo si bien hay niños amanerados, no necesariamente son homosexuales o que necesariamente lo serán de adultos. Según la sexóloga Rinna Riesenfeld la orientación sexual está del ombligo para arriba, la autora del libro “Papá Mamá, soy Gay”, señala que la inmensa mayoría de la gente descubre su orientación sexual a edades muy tempranas; incluso, señala, ya tienen prácticas sexuales, pero no con la genitalidad con la que la concebimos los adultos, sino a manera de juego con otros infantes. Riesenfeld también nos asegura que esa curiosidad sexual infantil, tanto heterosexual como homosexual, está latente en todos los niños y niñas y agrega:“El sentimiento está ahí. Nuestro problema es que tratamos de reprimir la experiencia humana. Si en lugar de reprimir, tratáramos de entender, saber de qué se trata, podríamos aprender más y vivir mejor”. (1)
Muchas estudiosos, como genetistas, sociólogos, neurólogos, psiquiatras, entre otros muchos creen que la orientación sexual está determinada por uno o más factores, como los genéticos, hormonales, psicológicos o sociales. Allan T. Bell, psicoterapista y Director del Departamento de Asesoramiento y Psicología de la Universidad de Indiana en Bloomington, Indiana y que es a coautor del libro "Preferencia Sexual: Su Desarrollo en Hombres y Mujeres", nos dice:“Creo que la orientación sexual de un individuo está determinada por todos los factores mencionados en conjunto, pero que la importancia relativa de cada factor varía de individuo a individuo.
Eventos biológicos prenatales influyen en gran medida en el potencial para la conformidad de género del infante, y dicha conformidad influye profundamente a su vez en como percibe a los hombres y a las mujeres y en el potencial de ver a éstos como objetos afectivos.” (2)
En palabras del Doctor Lee Ellis, sociólogo, graduado de la Universidad Estatal de Florida,  Director del Departamento de Sociología en la Universidad Estatal de Minot en Minot, North Dakota, y estudioso de la orientación sexual afirma:“Según la evidencia científica más reciente, los factores más importantes en el desarrollo de la orientación sexual parecen ocurrir antes del nacimiento. Entre dichos factores prenatales, tenemos la influencia de varias hormonas sexuales en el funcionamiento del cerebro en y alrededor de un centro de control de instintos primarios, llamado el hipotálamo. Esta sección del cerebro no sólo parece controlar la orientación sexual, sino que también se ha demostrado que está organizada diferentemente en los hombres y en las mujeres -- si bien con distintos grados de diferencia, dependiendo de la cantidad y del momento de exposición a la testosterona y a otras hormonas sexuales. Distintos factores parecen capaces de alterar la cantidad de hormonas sexuales a las cuales están expuestos el hipotálamo y otros centros cerebrales cercanos. Algunos de estos factores son genéticos y controlan la síntesis de hormonas sexuales.” (3)
La Dra. June Machover Reinisch, Directora del Instituto Kinsey de Investigación del Sexo, el Género, y la Reproducción en la Universidad de Indiana en Bloomington, Indiana y además profesora en el Departamento de Psicología y Psiquiatría de dicha universidad nos comenta:“Nadie sabe cuáles son las "causas" de le homosexualidad. De la misma forma, nadie sabe cuáles son las causas de la heterosexualidad. Varias teorías han sido propuestas, pero hasta el día de hoy, ninguna ha sobrevivido un escrutinio cuidadoso. De hecho, los científicos tienen probablemente una idea más clara de cuáles no son las causas de que una persona prefiera una pareja del mismo sexo. Por ejemplo, los niños criados por padres o parejas gays o lesbianas no son más propensos a ser homosexuales que los niños criados por padres heterosexuales. Tampoco existe ninguna evidencia que indique que la homosexualidad masculina sea causada por una madre dominante o un padre débil, o que la homosexualidad femenina sea causada porque las niñas se identifiquen con modelos masculinos. De hecho, tenemos evidencia que bajo condiciones normales de crianza, los padres tienen muy poca influencia sobre la orientación sexual de sus hijos. Tampoco es cierto que un joven se vuelve homosexual al ser seducido por una persona mayor del mismo sexo. Las experiencias sexuales infantiles y adolescentes son relativamente similares en homosexuales y heterosexuales, excepto que los homosexuales obtienen menos satisfacción que los heterosexuales en sus experiencias sexuales con miembros del sexo opuesto. Tanto los homosexuales como los heterosexuales varían en su comportamiento desde muy masculino a muy femenino, lo cual sugiere que existe una combinación de factores relacionados a la expresión de la orientación sexual y la identidad del sexo.” (4)
Pudiéramos seguir exponiendo ideas y conceptos sobre la homosexualidad, su origen y su desarrollo en los niños, no obstante de cierta forma sabemos que es una realidad y cada vez son más visibles en los hogares, jardines de infancia, y en la sociedad en general niños y niñas con características o comportamientos netamente gays u homosexuales, aunque nadie sabrá si en el futuro lo serán. El problema más grave es que muchos de estos niños y niñas son estigmatizados o apartados de otros niños y muchas veces tratados con violencia por la sociedad que no acepta la diferencia y que está regida por la heteronormativa.
Se han visto casos de niños que son maltratados por sus padres, hermanos, familiares diversos y compañeros de clases simplemente por ser gays o porque los “otros” intuyen en sus cerradas mentes que una criatura por presentar conductas amaneradas pueda ser gay y por lo tanto hay que corregirlo y una golpiza para ellos parece ser lo más adecuado. Por ejemplo, en México un niño perdió un ojo por la paliza propinada por un tío que intuyo que su sobrino era gay sólo por el hecho de que el niño exclamo que le gustaba más las telenovelas que el futbol. (5)
Es importante en esta sociedad diversa y que cada día se abre más a la pluralidad de géneros crear políticas educativas, culturales y sociales que ayuden a combatir la homofobia y crear ambientes sociales dignos para todos. La sexualidad infantil y, específicamente la homosexualidad en la infancia, requiere de más investigaciones no solo en las áreas de la biología genética y la psicología, también es necesario que los sociólogos, antropólogos y otros investigadores de las áreas sociales y educativas se avoquen a este tema; de igual manera es necesario sensibilizar a los maestros, padres y madres de familia, ya que su incomprensión es motivo de rechazo y violencia contra los menores, lo que repercute en el sano desarrollo y la autoestima de estos niñas y niños y por lo tanto también implicará su desarrollo como adultos.
Sé que muchos padres les puede resultar muy difícil  descubrir que su hijo es homosexual. Algunos de estos papás y mamás tienen reacciones comunes en el aprendizaje que su hijo es homosexual, que incluyen shock, incredulidad, decepción, rabia e ira, tristeza, sentimientos de culpa y confusión. Lo más recomendable es que pida ayuda, pero no para su hijo o hija, sino para ustedes, vaya a un especialista que lo ayude asimilar su realidad, en la medida que usted sane sus miedos y temores, podrá ayudar a su niño o niña a decidir sobre su sexualidad, a ser lo que él o ella quiere y no lo que usted desea.

El Parlamento Europeo aprueba el Informe Lunacek a favor de la igualdad LGBT y contra la discriminación sexual


El informe Lunacek ha sido aprobado esta mañana con 394 votos a favor y 176 votos en contra en el Parlamento Europeo. Este informe hace una recomendación no vinculante a la UE para que desarrolle una hoja de ruta con medidas contra la homofobia, bifobia y transfobia, siguiendo la misma línea que las que se establecen para combatir discriminaciones por razón de género, discapacidad o etnia.
El informe insta a una estrategia por la igualdad en campos como el empleo, la educación, la salud, el libre movimiento, los crímenes de odio o las relaciones internacionales.
El Parlamento Europeo ha sufrido una fuerte presión por parte de grupos extremistas y conservadores con argumentos falsos respecto al informe, que si bien es una buena noticia, está lejos de promover una igualdad legal o real en los países que componen la Unión Europea. Desde la FELGTB se ha trabajado para dar a conocer este informe y pedir la colaboración ciudadana para que las y los representantes del Parlamento Europeo vieran el apoyo de la ciudadanía a medidas que impulsen la igualdad.
Gabriel Aranda, coordinador del Área Internacional de la Federación, ha remarcado que “es intolerable que haya representantes españoles en el Parlamento Europeo incapaces de establecer un marco común contra la discriminación. Vivir libre de discriminación o amenazas es un derecho fundamental básico que eurodiputados como Mayor Oreja, Vidal Quadras y otros del PP han querido negar a lesbianas, gais, transexuales y bisexuales. Este 2014 lo dedicamos precisamente a hacer pedagogía al respecto: los derechos LGTB son Derechos Humanos”.
“La aprobación del informe Lunacek es una buena noticia porque da un mínimo de seguridad jurídica a las personas LGTB en la Unión Europea, pero la igualdad es un camino aún largo. Trabajamos para que el Gobierno abra los ojos y entienda que es necesario promover en España una Ley de Igualdad de Trato que profundice esa lucha contra la discriminación también por motivo de orientación sexual e identidad de género”, ha recordado Boti García Rodrigo, presidenta de la FELGTB
El informe, del que ha sido ponente la eurodiputada verde austriaca (y copresidenta del Intergrupo LGBT del Parlamento Europeo) Ulrike Lunacek, condena enérgicamente toda discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, y “deplora profundamente” que los derechos fundamentales de las personas LGTBI no se respeten siempre en la Unión Europea. Además pide a la Comisión Europea, a los Estados miembros y a las agencias comunitarias que trabajen juntos por una hoja de ruta similar a las que ya cuenta la Unión para combatir la discriminación por motivos de género, discapacidad o etnia.
“El estudio sobre las personas LGBT publicado por la Agencia de los Derechos Fundamentales en 2013 indica que un 47 % de las personas LGBT fue objeto de discriminación o acoso en el último año, dándose los índices más elevados de discriminación entre las lesbianas (55 %), los jóvenes (57 %) y las personas LGBT más pobres (52 %); un 26 % fue objeto de agresiones o amenazas violentas debido a su orientación sexual o identidad de género (un 35 % entre las personas trans); únicamente un 10 % se sintió con suficiente seguridad para denunciar la discriminación a la policía, y solo un 22 % denunció casos de violencia o acoso; un 32 % fue objeto de discriminación en el acceso a la vivienda, en el ámbito educativo o en el acceso a la atención sanitaria, los bienes o los servicios; y un 20 % fue objeto de discriminación en el empleo o el trabajo (un 29 % entre las personas trans)”, asegura el informe.
El texto menciona las áreas en las que debe incidir la hoja de ruta, siempre respetando las competencias de los Estados miembros. En materia de familias y libre circulación, por ejemplo, establece que la Comisión debe elaborar directrices para garantizar la aplicación a las personas LGTBI de las directivas sobre el derecho de los ciudadanos europeos y de sus familias a circular y residir libremente en el territorio de la Unión, “con el fin de asegurar el respeto de todas las formas de familia legalmente reconocidas en los ordenamientos jurídicos nacionales de los Estados miembros”. En materia de juventud y educación, se hace un llamamiento a la Comisión para que promueva la igualdad y la no discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género en todos sus programas específicos.
En materia de transexualidad, el texto reclama a los estados miembros que establezcan o revisen los procedimientos jurídicos de reconocimiento del género con el fin de respetar el derecho a la dignidad y la integridad física de las personas transexuales. También pide a la Comisión y a la Organización Mundial de la Salud que sigan trabajando para suprimir los trastornos de identidad de género de la lista de trastornos mentales y del comportamiento. En materia de incitación al odio, el texto pide que el marco actual de la Unión Europea sobre la “lucha contra determinadas formas y manifestaciones de racismo y xenofobia mediante el derecho penal” sea reformulado para incluir otras formas de delitos motivados por prejuicios e incitación al odio, entre ellos por razón de orientación sexual e identidad de género.
Aunque el “informe Lunacek” establece solo recomendaciones y no se trata de una directiva de obligado cumplimiento, su aprobación supone un hito importante en la lucha por los derechos LGTB en Europa y una derrota importante para los grupos ultraconservadores que en las últimas semanas se habían movilizado muy activamente para impedirla. “No podemos seguir tolerando la homofobia en Europa. Tantos de nosotros, lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales hemos vivido con miedo demasiado tiempo. Miedo a darnos la mano por la calle, miedo a que nos insultaran, miedo a que nos echaran de nuestras casas, colegios o trabajos. Mi informe deja claro que la Unión Europea debe actuar para que nosotros también podamos disfrutar de los derechos garantizados a todos los ciudadanos”, ha declarado al respecto su autora, Ulrike Lunacek.
La Comisión debe proponer una refundición de la Decisión marco del Consejo relativa a la lucha contra determinadas formas y manifestaciones de racismo y xenofobia mediante el Derecho penal, de forma que se incluyan otras formas de delitos motivados por prejuicios y de incitación al odio, entre otros, por motivos de orientación sexual e identidad de género”, incluye también.