“Los gobiernos y organismos intergubernamentales a menudo han pasado por alto actos de violencia y discriminación basados en orientación sexual e identidad de género” según Navanethem Pillay
Días después del histórico discurso de Hillary Clinton ante Naciones Unidas defendiendo los derechos de los ciudadanos LGBT, su mensaje ha sido ratificado por la Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos, Navi Pillay, que pidió abolir la discriminación legal contra los gays, y en especial, acabar con las ejecuciones de homosexuales. Navi Pillay pidió a los estados abolir cualquier tipo de discriminación y abuso basado en la orientación sexual, así como igualar la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales sin distinción de se es gay o hetero. Una situación que demanda una respuesta urgente de los distintos gobiernos. Además, en el informe se condena que al menos cinco países (Irán, Mauritania, Arabia Saudita, Sudán y Yemen) todavía mantengan la pena de muerte para sus ciudadanos LGBT.
Hay que destacar, pues, que por primera vez, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas -a cuyo frente está Navanethem Pillay, que ha demostrado una especial sensibilidad hacia el tema- ha elaborado un informe que alerta sobre las graves violaciones que se cometen en el mundo contra los derechos humanos de las personas debido a su orientación sexual e identidad de género. El informe pide a los estados que investiguen estas violaciones y propone el desarrollo de las medidas legales que sean necesarias para evitarlas.
“Violaciones que consisten en asesinatos, violaciones y agresiones físicas, incluso torturas, detenciones arbitrarias y una dimensión importante es la discriminación en cuanto al derecho a la salud, a la educación y discriminación en el empleo”, subrayaba Linnéa Arvidsson, de la Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos. Arvidsso no olvidó referirse a la situación en América Latina, señalando que se ha avanzado mucho pero queda también mucho por hacer. Puso el ejemplo de la difícil situación que vive Honduras, un país en el que durante un período de solo 18 meses más de treinta personas LGTB fueron asesinadas.
La elaboración del informe (que puedes descargar, en inglés, pinchando aquí) era una de las peticiones que el pasado junio hizo el Consejo de Derechos Humanos, formado por 47 estados miembros elegidos por la Asamblea General de Naciones Unidas, que por primera vez en la historia aprobaba una declaración formal de condena de los actos de violencia y discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género. Pese a que la propuesta de resolución partía de Sudáfrica, la influencia de la diplomacia estadounidense fue entonces decisiva para conseguir la aprobación de la resolución. Y es que Estados Unidos, como recientemente anunció su secretaria de Estado Hillary Clinton en un histórico discurso ante la sede de Naciones Unidas en Ginebra, está más comprometido que nunca a luchar contra la persecución y la discriminación de las personas por su orientación sexual o su identidad de género en cualquier lugar del mundo.
La presentación de este importante informe no es, de hecho, el único pronunciamiento a favor de los derechos LGTB que hemos escuchado estos días en Naciones Unidas. Expertos de la organización y de la sociedad civil reunidos con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos hicieron un llamamiento para combatir el bullying homofóbico. Entre ellos estaba Judy Shepard, madre de Matthew Sephard y presidenta de la Fundación que lleva el nombre de su hijo, un joven que en 1998 fue víctima de un brutal asesinato homófobo en Wyoming y cuya muerte marcó un antes un después en la percepción social de los crímenes homófobos en Estados Unidos.
En el encuentro se leyó un mensaje del secretario general de la organización, Ban Ki-moon, que calificó el bullying homofóbico como “una atrocidad moral, una grave violación de los derechos humanos y una crisis de salud pública.”.