viernes, 10 de junio de 2011

CARTA AL PAPA PARA QUE APOYE LAS RELACIONES ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO


El presidente y el coordinador del Área de Asuntos Religiosos de la Felgtb, Antonio Poveda y Juan Antonio Férriz, registraron esta carta en la sede de la CEE esta mañana en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE), que preside Rouco. “Se trata de que la Iglesia no tarde 500 años en reconocer los Derechos Humanos de nuestro colectivo”, ha subrayado Poveda.
En la carta al Papa, “hacemos un llamamiento para que reconsidere su postura acerca de las relaciones entre personas del mismo sexo y entre transexuales y apoyar que estas relaciones sean bendecidas por la Iglesia”, ha explicado Poveda tras entregar los documentos.
A Rouco le piden una reunión “en la que poder compartir puntos de vista y acercar posiciones que permitan reducir tensiones innecearias en una sociedad democrática donde todos podemos tener cabida”, dice la carta.
El presidente de la CEE recibirá también un informe elaborado por el Instituto de la Juventud basado en datos del Centros de Investigaciones Sociológicas (CIS) que revela un aumento de la homofobia entre los jóvenes y que, la mayoría de los homófobos de declara católico practicante.
“Estas personas, sin duda, confunden el mensaje de sus jerarquías religiosas y lo utilizan como justificación de unas acciones que atentan contra la convivencia pacífica y contra los derechos de la ciudadanía”, señala la carta a Rouco, que también subraya que la creciente “incomprensión” entre los jóvenes y la Iglesia.
Por otra parte, la carta entregada para el Papa es parte de una iniciativa europea por la cual este mismo texto será entregado a las autoridades católicas en 25 ciudades europeas, incluido el Vaticano. En ella, el colectivo pide a Benedicto XVI que “no descuide los derechos humanos” de las personas LGTB y condene los actos violentos perpetrados contra ellas ya que su silencio es interpretados “como un consentimiento”.
Estimado Santo Padre:
Las cristianas y los cristianos LGTB hacemos un llamamiento a Su Santidad para que no descuide los derechos humanos.
Solicitamos de su Santidad que condene los actos violentos perpetrados contra las lesbianas, los gays, las y los bisexuales y las y los transexuales (LGTB) y la cooperación de Su Persona para erradicar la condena existente hacia los actos homosexuales en algunos lugares del mundo.
El silencio de Su Santidad es interpretado por las personas involucradas en actos de violencia, tortura y muerte como un consentimiento hacia los mismos.
Por ejemplo, en enero de 2011, David Kato, activista por los derechos de las personas LGTB, fue brutalmente asesinado en Uganda. La violencia, tortura y asesinato de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales ocurre con frecuencia en muchas partes del mundo, y sus causantes están por regla general convencidos de que cumplen con la voluntad de la Iglesia Católica Romana. Esta creencia viene apoyada por el hecho de que en diciembre de 2008 la Santa Sede rechazó suscribir la Declaración de la ONU sobre Orientación Sexual Identidad de Género. Esta declaración incluía un párrafo que instaba a los Estados a asegurar que dichas circunstancias personales, bajo ningún concepto, constituirían motivo de condena criminal, particularmente de ejecuciones, arrestos o detenciones.
Además de todo esto, hacemos otro llamamiento a Su Santidad para que ofrezca una interpretación clara a toda la cristiandad acerca de los pasajes de la Biblia empleados para justificar estas acciones tan abominables. Al igual que se ha hecho con los pasajes que aprueban la esclavitud, no se deben interpretar al pie de la letra los versículos que aluden a acabar con la vida de aquellos que mantienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo.
Hoy día persiste la presión de determinada parte del clero católico para que los cristianos y las cristianas LGTB se sometan a “terapia reparativa” con el fin de modificar su orientación sexual. Esta estrategia junto con la petición oficial de la Iglesia que insta a que las personas LGTB vivan en abstinencia sexual ha llevado a muchas personas a suicidarse y a entrar en depresiones profundas ya que tratan de obedecer las enseñanzas de la Iglesia e intentan seguirlas heroicamente.
No obstante, según estudios psiquiátricos y psicológicos recientes, la orientación sexual no puede ser modificada. Dichos intentos de cambio, por regla general, producen daños psicológicos muy serios. Además, no se puede pedir una vida célibe a aquellos que no sienten una llamada personal a vivirla. No se puede negar a los cristianos y las cristianas LGTB sus derechos fundamentales a mantener una relación con la personas que aman, independientemente de cuál sea su género. Como la ciencia ha demostrado que la homosexualidad es una variante dentro de la sexualidad, solicitamos que estos conocimientos científicos se incluyan en las enseñanzas de la Iglesia.
Por lo tanto, hacemos un llamamiento a Su Santidad para que se asegure de que no se predique nunca más que los y las homosexuales han de someterse a terapias de ningún tipo, y que tienen el derecho de vivir sus vidas dentro de una relación amorosa y de fe.
Los beneficios personales y sociales son: una vida feliz, salud mental, habilidad para desarrollar un trabajo provechoso y para ayudar a los demás. De otra manera, la vida se convierte en una triste existencia, con una serie de inútiles terapias psiquiátricas y psicológicas, pérdida de la fe en Dios, en la humanidad y en el amor. Estas consecuencias son relatadas a menudo en cartas y testimonios de cristianos y cristianas LGTB. En muchas partes del mundo muchas lesbianas, gays y transexuales viven relaciones basadas en el amor, la fidelidad y el interés mutuo, al igual que en las relaciones heterosexuales maduras. El amor, en primer lugar, es una experiencia espiritual y, en segundo lugar, una experiencia física. Por desgracia, debido a la existencia de estigmas y al desconocimiento, el concepto de homosexualidad se asocia en multitud de ocasiones únicamente al amor físico.
En referencia a las declaraciones que hizo Su Santidad en diciembre de 2008 sobre la protección de la humanidad como ecosistema como si fuera una selva tropical, podemos afirmar que las personas LGTB somos una especie menos común pero permanentemente representada en dicho ecosistema. Y como sabemos, cada especie es importante y necesaria para asegurar el equilibrio que Dios instituyó. Hacemos un llamamiento a Su Santidad a que reconsidere su postura acerca de las relaciones entre personas del mismo sexo y entre transexuales y apoyar que estas relaciones sean bendecidas por la Iglesia. Hacemos otro llamamiento a Su Santidad para que no lance más mensajes que insten a los católicos y católicas a votar en contra de las leyes que amparan las relaciones entre personas del mismo sexo. Las relaciones homosexuales y transexuales no son dañinas para la institución de la familia tradicional sino que añaden más diversidad y apoyan el matrimonio y los valores familiares. Las personas LGTB constituyen un pequeño porcentaje y su número permanece estable.
La falta de aceptación de los y las jóvenes LGTB tanto en sus familias como en la Iglesia casi siempre afecta al desarrollo de su personalidad. Los efectos causados son muy perniciosos y se pueden ver en sus intentos desesperados de casarse con una persona del sexo opuesto, o de esconder su orientación sexual e iniciar una vida en un seminario o monasterio, sin que por ello medie una vocación. Por estas razones, el crear un ambiente seguro y amable para “salir del armario” es importante a nivel social.
El Catecismo de la Iglesia Católica dice que las personas homosexuales deben ser tratadas con respeto, compasión y sensibilidad. Estas dos últimas son necesarias para el trato que se da a cualquier ser humano, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Si las cosas fuesen así la compasión no sería necesaria. Las actitudes y declaraciones homófobas son especialmente dolorosas cuando vienen de los cristianos, tanto del clero como de los seglares, y se alejan mucho de lo que se entiende como respeto. Dios bendiga a Su Santidad.
Diane Xuereb (Países Bajos / Malta)
Dr. Michael Brinkschröder (Alemania)
(Copresidentes del Forum Europeo de grupos cristianos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales)
Miembros del Forum Europeo de Grupos Cristianos LGTB

No hay comentarios:

Publicar un comentario