Tras recibir presiones de un diario
“Mi sexualidad forma parte de mí, pero es mi ministerio en lo que quiero concentrarme“
El obispo de Grantham se convirtió en el primero de la poderosa Iglesia anglicana de Inglaterra en revelar su homosexualidad, en una entrevista publicada el sábado en el diario británico The Guardian.
Nicholas Chamberlain explica que tomó la decisión de hablar públicamente de su orientación sexual porque un diario dominical cuyo nombre no mencionó amenazaba con desvelarla.
“No es decisión mía hacer toda una historia de esta salida del armario“, declara. “La gente sabe que soy gay, pero no es lo primero que digo a la gente. Mi sexualidad forma parte de mí, pero es mi ministerio en lo que quiero concentrarme”.
Chamberlain aclara que la Iglesia estaba al corriente cuando lo designó para el cargo en noviembre del año pasado. “Yo era yo mismo. Quienes me nombraron conocían mi identidad sexual”.
Justin Welby, el arzobispo de la Iglesia de Canterbury y líder espiritual de los anglicanos de todo el mundo, subrayó en un comunicado que “su sexualidad no tenía ninguna relación con sus funciones”. “Estoy perfectamente al corriente de la relación que el oblispo Nick mantiene desde hace muchos años“, afirmó. “Su nominación como obispo de Grantham fue decidida en base a sus cualidades y su capacidad de servir a la Iglesia”.
Un portavoz eclesiástico añadió que sería “injusto” excluir a los aspirantes al episcopado en función de su “ética sexual”.
En la entrevista, el obispo de Grantham describe a su pareja: “Es leal, cariñoso y pensamos igual. Disfrutamos la compañía del otro y compartimos nuestras vidas”, afirmó.
La salida del armario de monseñor Chamberlain es un acto de “increíble coraje”, celebró en TwitterRuth Hunt, responsable de Stonewall, una organización de defensa de los derechos de las personas LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales).La de Inglaterra es la Iglesia madre de la comunidad anglicana, que cuenta con unos 85 millones de fieles en todo el mundo. En 2005, autorizó a los hombres y mujeres homosexuales unidos por lo civil convertirse en sacerdotes y en 2013 acabó con la prohibición de que fueran ordenados obispos.
La cuestión, no obstante, sigue dividiendo a esta Iglesia, oponiendo a las ramas más liberales, en Estados Unidos, Canadá o Gran Bretaña, y a las más conservadoras, mayoritarias en países como Kenia, Nigeria o Uganda, que ha amenazado con desligarse de la Iglesia de Inglaterra si esta sigue presionando contra la ley antihomosexualidad ugandesa.
La decisión de su rama canadiense de aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo supuso un espaldarazo a los partidarios de la inclusión plena de las personas LGTB en el seno de la confesión anglicana, especialmente después de que hace un año la Iglesia episcopaliana de Estados Unidos hiciera lo propio, lo que por cierto supuso a los episcopalianos una sanción por parte de los primados de la Comunión anglicana, que les prohibieron representarla en organismos internacionales.
De lo que no cabe duda es de que este nuevo paso acrecentará las tensiones y amenazas de ruptura formal de la Comunión anglicana, cuyas iglesias mantienen posturas absolutamente contrapuestas en materia LGTB: de la inclusividad episcopaliana a la homofobia sin reservas de las iglesias anglicanas de África, pasando por las posiciones “equidistantes” de la Iglesia de Inglaterra, cada vez más difíciles de mantener (en la entrada en la hablamos de la sanción a la Iglesia episcopaliana revisamos con cierta profundidad la historia del conflicto).
Fuente Agencias/Religión Digital
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