En Canadá, un profesor denunció su despido hace tres años de un colegio católico por ser transexual. Ahora, el centro le ha enviado una carta ofreciéndole 65.000 euros si retira la denuncia que interpuso contra ellos, para evitar las críticas de los medios de comunicación.
En el año 2008, en Canadá, un colegio católico despidió a uno de sus profesores al enterarse de que era una persona transexual.
Jan Buterman, el profesor despedido, denunció tal decisión motivada por la transfobia a las autoridades.
Buterman había sido contratado para sustituir a otro de los profesores del centro, pero cuando conocieron su transexualidad, le enviaron una carta felicitándole por sus conocimientos pero alegando que por estar fuera de los principios de la Iglesia Católica, no podía seguir desempeñando su puesto.
El colegio, ‘Greater St. Albert Catholic Schools’, le envió una carta recientemente ofreciéndole 65.000 euros si retiraba la denuncia y dejaba zanjado el tema.
El profesor ha comunicado que no aceptará el dinero y que llevará hasta el final la denuncia que interpuso por discriminación.
“No quiero ser amordazado. No quieren que hable sobre el hecho de que, como trabajador, las autoridades culparán a la Iglesia Católica por haberme discriminado debido a mi estado médico como persona transexual”, expresó Buterman.
Finalizó alegando que “la gente como nosotros han experimentado acoso laboral, discriminación en el empleo, la pérdida de puestos de trabajo… se trata de un tema común a toda la comunidad. La única diferencia entre yo y todos los demás, es que yo tengo mi caso por escrito. No tengo ningún interés en hacer creer que no ocurrió”.
Buterman encontró trabajo poco después de su despido en otros centros educativos del país
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