jueves, 2 de agosto de 2012

Bernard Lynch, sacerdote irlandés homosexual revela estar unido legalmente a su pareja.


El padre Bernard Lynch es un sacerdote católico homosexual que trabaja con gente portadora del virus del SIDA en Londres.
Lynch le dijo a la BBC cuál ha sido su experiencia como sacerdote y cuál es su opinión sobre las nuevas directrices del Vaticano.
Un sacerdote irlandés residente en Londres ha revelado que está unido legalmente con su pareja  y que ha “presidido” muchas otras uniones homosexuales.
En su nuevo libro “If it Wasn’t Love: Sex, Death and God”, el P. Bernard Lynch explica su lucha por los derechos de los homosexuales y su convencimiento de que la Jerarquía católica les oprime. El sacerdote fue expulsado de su congregación religiosa -Sociedad de Misioneros Africanos- y ahora espera recibir nuevas sanciones canónicas.
El P. Lynch, originario de Irlanda, ha sido muy crítico con la Iglesia Católica en los últimos años. En el 2010 se unió a Richard Dawkings en su evento “Protesta contra el Papa“, organizado para oponerse a la visita de Benedicto XVI a Gran Bretaña.
Lynch fue acusado de abusos sexuales en los años 90, cuando estaba en Nueva York. Los cargos contra él fueron retirados cuando su acusador se retractó de su testimonio, lo cual parecería demostrar  que todo había sido instigado por sus críticos.
En una entrevista con la BBC en 2005, el padre Bernard Lynch, sacerdote homosexual de la iglesia católica, ocupado en cuerpo y alma en la ayuda a enfermos de SIDA,  expueso sus nada gratos avatares dentro de la institución apostólica y romana. Miembro de la comunidad Misiones Africanas, que le ha protegido de los dictados de Roma, considera que la postura del Vaticano ante la homosexualidad está animando a la deshonestidad con el individuo. Si no te aceptas tal y como Dios te ha creado -mantiene Lynch-, ¿de qué forma puedes ser honesto con la iglesia a la que sirves? Las nuevas directrices acordadas para ingresar en los seminarios asegura que causarán una gran disidencia psicológica que no sólo destruirá al individuo creyente, sino también a la iglesia.¿Qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma.
 ”Por supuesto que lo he pasado mal como homosexual dentro de la Iglesia Católica”
Pero las órdenes religiosas más grandes, como la de los dominicos o la de los franciscanos, han protegido por mucho tiempo a sus miembros contra Roma y la mía -las Misiones Africanas- han hecho lo mismo por mí.
He sido muy activo en el tema de la homosexualidad y la iglesia por 30 años. Siempre hemos pensado que las cosas irían a peor, antes que mejor (y las cosas han ido a peor).
Estas directrices representan un extraordinario paso atrás, porque hacen que la gente se distancia por su homosexualidad. Con esto estás animando a la deshonestidad con el individuo.
Si no te aceptas tal y como Dios te ha creado, entonces, ¿de qué forma puedes ser honesto con la iglesia a la que sirves?
Es por esto que creo que estas medidas lo que causarán es una gran disidencia psicológica que no sólo destruirá al individuo, sino también a la iglesia.
Inevitablemente hará que mucha gente joven -cuya integridad sexual es importante- decida no enrolarse en los seminarios. Y al mismo tiempo atraerá a mucha gente que no es lo suficientemente madura como para aceptarse.
Por un lado se trata de justicia social. Pero también se trata de servir a la sociedad.
Entonces, ¿qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma.
Qué tipo de mensaje estamos enviando, particularmente a los jóvenes? Les estamos diciendo que no todos son amados de la misma forma
El Papa es visto como la autoridad máxima moral. Su influencia llega hasta a aquellos que no son creyentes, por lo que cuando se hacen este tipo de declaraciones afecta en todos los niveles.
Hace que aumenten las intimidaciones en las escuelas o que golpeen al gay en las calles.
Lo peor de todo es que este documento fue elaborado como una respuesta al escándalo de pedofilia en Estados Unidos, cuando no hay ninguna conexión entre las dos cosas.
Es cierto, tu podrás decir que si no nos gusta que lo dejemos. Durante siglos, la iglesia ha echado a mucha gente: a los judíos, a las mujeres. Pero las personas que pertenecen a una organización tienen el deber moral de desafiar a lo que ellos creen que es injusto.
Pero estos son tiempos difíciles. Ha habido un viraje hacia la dialéctica fundamentalista. En una época de incertidumbre, de relativismo, la iglesia ha intentado subir el puente para decirle al mundo que tiene la verdad.
Pero lo bueno y lo malo no siempre es lo bueno y lo malo. La iglesia tiene que cambiar, tiene que humanizarse. Y en estos momentos, no veo que eso pase.

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