miércoles, 22 de mayo de 2013

La iglesia de Escocia ratifica, la ordenación de pastores abiertamente homosexuales.



La asamblea general de la iglesia de Escocia, la confesión religiosa más importante de ese país, ha votado de nuevo a favor de permitir la ordenación de pastores abiertamente homosexuales que mantengan relaciones estables por 340 votos a favor y 282 en contra. Se trata de un paso importante en un lento proceso que poco a poco camina hacia una mayor inclusividad de las personas LGTB. El acuerdo adoptado, eso sí, hace concesiones significativas al sector conservador.
Hace ahora dos años, y a pesar de las amenazas de cisma de su sector más conservador, la asamblea general de la iglesia de Escocia (una iglesia presbiteriana que carece de obispos) decidía poner fin a la moratoria que se había impuesto a sí misma sobre la materia, después de que en 2009 Scott Rennie, abiertamente gay y que mantiene una relación estable, fuera ordenado pastor de una parroquia en Aberdeen. Con posterioridad a la ordenación de Rennie, el sector conservador había conseguido una moratoria de dos años bajo amenaza de ruptura. Una moratoria que, como ya informamos,fue parcialmente desafiada por el presbiterio de Hamilton al proponer a otro gay unido civilmente como candidato a formarse como pastor (periodo de formación que dura aproximadamente cuatro años). Mientras tanto, la pastora Lynn Brady salía del armario y colocaba de nuevo a la iglesia de Escocia frente a la realidad del clero homosexual.
Pero aunque en 2011 la asamblea general decidía levantar la moratoria, la decisión no era de aplicación automática. Una comisión teológica debía trabajar sobre la materia y elaborar una serie de recomendaciones concretas que fueran confirmadas en la siguiente asamblea, la de este año 2013. El documento elaborado por dicha comisión proponía la aceptación de los pastores homosexuales, solteros o unidos civilmente, en las mismas condiciones que los heterosexuales (podéis descargarlo pinchando aquí). Finalmente, sin embargo, la asamblea ha decidido permitir su ordenación pero con una serie de limitaciones: la iglesia de Escocia mantendrá en su cuerpo doctrinal su preferencia por las relaciones heterosexuales para sus ministros y las congregaciones tradicionalistas podrán rechazar su admisión. Limitaciones que suponen un retraso añadido en la consecución de la igualdad plena para las personas LGTB en el seno de la iglesia de Escocia, pero que no impiden que la decisión sea vista como un avance que permitirá a las congregaciones progresistas abrir sus puertas a pastores homosexuales viviendo en pareja. Veremos si dichas concesiones evitan el cisma, en cualquier caso, del sector más conservador.
Tampoco en este caso la votación supone la entrada en vigor automática de la decisión: ahora son los presbiterios locales los que deben refrendarla, de modo que puedan entrar en vigor, como pronto, el próximo año. Un proceso relativamente parecido al que en su momento vivió otra importante iglesia presbiteriana, la de Estados Unidos (con más de 2 millones de fieles, una de las confesiones cristianas más importantes de ese país) que también en mayo de 2011 aprobaba la ordenación de pastores homosexuales que mantengan relaciones de pareja después de haber sido aprobada por su asamblea general en julio de 2010 y recibir después el apoyo de la mayoría de los presbiterios.

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