jueves, 2 de junio de 2011

Un cura le prohibió apadrinar a su sobrina por ser la pareja de un travesti.




El hecho ocurrió el sábado 21 de mayo en la iglesia de Campo Hardy, Reconquista, cuando el cura párroco de Florencia, Rogelio Bosch, prohibió a Fabián Aguirre de 27 años, que saliera de padrino de una beba, hija de su hermana, argumentando que no podía participar del sacramento bautismal ya que se lo sindica como pareja de una travesti (ambos en la fotografía de Uno).
El sacedote agregaba que la beba podría bautizarse con madrina solamente, cosa que la familia que vino desde la ciudad de Corrientes no aceptó, y se retiraron muy avergonzados por la posición del ministro de la Iglesia, y acongojados además por la actitud discriminativa del cura católico.
Fabián Aguirre reconoce su relación sentimental con la travesti Victoria Toledo, ambos son nacidos y criados en el Paraje Campo Hardy, jurisdicción de Florencia, localidad fronteriza del norte santafesino que limita a través del Paralelo 28 con la provincia del Chaco.
“La verdad que no entiendo la decisión del sacerdote. Yo trabajo, estudio, con mi pareja nos amamos, hacemos vida sana, no jodemos a nadie, no robamos, no estafamos, no violamos a nadie, no simulamos lo que no somos”, dijo Fabián. Y fue más alla: “No buscamos el púlpito de la Iglesia para tapar las cosas malas que podemos hacer, no concurrimos a la iglesia a golpearnos el pecho después de hacer sufrir a los demás, vivimos dignamente, seguramente somos distintos a muchos e iguales a otros tantos, pero no creo que haya argumentos válidos dentro de la iglesia católica apostólica romana que prohíba a un hombre, ser padrino de bautismo de su sobrina, porque es pareja de tal o cual persona”.
Por su parte, Martín caballero, integrante de VOX consideró que el hecho de Campo Hardy donde se le negó el padrinazgo de una beba a un joven (en la fotografía la pareja) por convivir con una travesti es “contraproducente para la iglesia”.
Si la familia de la beba que iba a ser bautizada acepta la relación de este hombre que vive en pareja con una travesti y lo elige como el padrino no veo por qué la iglesia debe interponerse, si después de todo estamos hablando de un bautismo donde se consagra un niño en la fe cristiana. Me llama la atención las trabas que pone la iglesia en estas cosas, justo cuando están en plena decadencia y están perdiendo cada día más fieles, es más, me parece contraproducente para la iglesia misma”, reflexionó Martín Caballero de la Asociación Civil Vox, que forma parte de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT).
“Esta familia -continuó- vino desde la provincia de Corrientes para bautizar a la beba en Campo Hardy, que no es algo que pase todos los días e implica un gran esfuerzo realizado para poder bautizar a alguien en el lugar al que le tienen gran afecto y no poder hacerlo porque el párroco prohibió la participación del padrino que vive con una travesti es un hecho degradante. Pero si ese hombre estuviera conviviendo con alguien que nació mujer la Iglesia Católica se hubiese preguntado si esa mujer era buena o mala persona. No, porque la heterosexualidad no se juzga, se juzga la homosexualidad por el simple hecho de serlo sin importarle si es o no buena persona. Si la pareja hubiera sido heterosexual no garantizaba que hubiesen sido buenas personas para ser padrinos. Además le recuerdo al párroco que estamos hablando de una travesti que es una persona con una identidad de género femenino más allá de que a la iglesia no le parezca”.
Se podría decir que es un claro hecho de discriminación, aunque tengo que reconocer que yo creo en la separación de la Iglesia y el Estado. Pero acá es la Iglesia la que está discriminando a sus propios fieles. Si la iglesia me negaría el bautismo de un hijo mío no me afectaría pero cuando se lo niega a personas que creen en ella y practican sus ritos es contraproducente, es como lo que llaman el fuego amistoso, que es cuando uno le dispara a su propia gente”, concluyó.

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